Ermita de San Blas, desde alli se ven unas fantasticas puestas de sol. Nosotros teniamos alli la era y cuando bajaba la sombra de las tejas al suelo era la una, hora de soltar las mulas y bajar a comer. volviamos a las tres y luego merendabamos en la casilla, una merienda a base de pan, tomate, cebolla, ciruelas, pimiento rojo, Por que el jamon habia poco y en la siega el lomo y las loganizas se terminaban, pero de todas las maneras aun teniamos ganas de cantar alguna jota en el trillo. Los Garcias tenian la era al lado y me enseñaban canciones, en aquellos tiempos prohibidas, yo las cantaba y mi padre venia al trillo y me decia no cantes esas canciones, si quieren, que las canten ellos, ami me parecian muy bonitas y las volvia a cantar mi padre no me decia por que no podia cantar aquello, y el lorencillo se tronchaba de risa. Recuerdos a todos los de Alconchel. Miguel marido de jasba.