Tras la reconquista d ela ciudad, se aconstuyó un templo
románico que, mediado el siglo XIV, fue destruido para levantar sobre sus
ruinas la actual
iglesia mudéjar. En el exterior destaca la
portada principal, constuida en 1640, y, sobre todo, la
torre, levantada en ladrillo como el resto de la construcción y documentada ya en 1356. El interior corresponde a la reforma barroca llevada a cabo entre 1719 y 1725.