Aluenda es un pueblecito con pocas
casas, rodeado de bosques de
pinos, encinas y
árboles frutales.
Hace algunos años, fue poco a poco despoblándose y su
ayuntamiento pasó a pertenecer al
pueblo más cercano.
Se conserva prácticamente como antaño. Sus
calles son estrechas, escasamente pavimentadas, adornadas de forma natural con la hierba que crece silvestre.
Sus casas desiguales, la mayoría construidas con adobes, conforman una
arquitectura que nos recuerda un Belén. Tiene dos
fuentes que nos traen el
agua de los manantiales de la
montaña y su antiguo
lavadero en el que ya nadie lava, nos hacen sentir que el tiempo se ha parado.
Los pocos habitantes que quedan en él se dedican a trabajar en el
campo, principalmente en la
fruta, sobre todo la
cereza y la
almendra.