La lengua vasca y berebere, en particular la hablada en la región de los montes Atlas de la antigua Mauritania y en general de la lengua de los pueblos del Oriente Medio, sigue mostrando evidente similitud a pesar del tiempo transcurrido y de las distintas influencias recibidas; esta similitud actual, era identidad en las fechas en las que se instalaron los vascones en las montañas navarras, como confirman los nombres, toponimia y vestigios arqueológicos encontrados en la península. Los almohades procedentes del Atlas marroquí que invadieron la península ibérica rezaban, se comunicaban y hacían sus discursos en la lengua berebere o amazigh. De esta lengua ha quedado abundante toponimia tambien en las islas Canarias.