Soy hija de un Belchitano y siempre cuenta historias de su pueblo, esta primavera pasada fuimos toda la familia a comer por sus pinares y después recorrimos con mi padre y su hermana haciéndonos de guias el pueblo viejo, es impresionante oír las historias a la vez que ves las ruinas de lo que fue un pueblo. Es una pena que lo hayamos dejado así, que no se haga nada`para conservar lo que queda de nuestra historia.
Y ojala Belchite sea un ejemplo para lo que no queremos que vuelva a suceder.
Recomiendo... Si alguien quiere la guerra, que antes pasen por esta puerta.