Historia:
Botorrita destaca por los yacimientos arqueológicos romano y celtíbero que se encuentran en el Cabezo de las Minas y comenzó a excavar Antonio Beltrán en 1972. La existencia del poblado se data aproximadamente entre los siglos V a. J.C. y II d. J.C. El poblado fue totalmente destruido en el año 49, después de la victoria de César sobre los pompeyanos en Ilerda, y no fue reconstruido a diferencia de Azaila o La Corona de Fuentes de Ebro, que también fueron incendiados. El gran hallazgo de las excavaciones de Botorrita son cuatro documentos escritos, sobre láminas de bronce, lo que hace pensar sobre la existencia de un archivo en la localidad. La llamada Tábula Contrebiensis, escrita en lengua látina, es un texto jurídico y aporta gran información sobre los habitantes de la zona en el 87 a J.C: el texto es un pleito entre alavonenses (de Alagón) y saluienses (de Salduba) por una construcción de una conducción de aguas a los sosinestanos (desconocidos hasta el hallazgo del bronce). El texto confirma el carácter indoeuropeo de la lengua hablada en el Huerva y su organización en gentilitates o clanes suprafamiliares. Dos de los bronces, se piensa están escritos en lengua céltica a través del alfabeto íbero (la lengua celta carecía de alfabeto propio). El llamado Gran bronce de Botorrita contiene una relación de nombres y gentilicios bajo un epígrafe indescifrable. El segundo es un fragmento de un bronce mayor posiblemente de naturaleza jurídica. El bronce restante está escrito por ambas caras con una diferencia de 30 o 40 años entre ambas: posiblemente una cara sea una corrección o actualización de la otra. La escritura está realizada en caracteres íberos, aunque la lengua es desconocida. Los filólogos estiman que se trata de una lengua indoeuropea. Algunas palabras remiten al vasco moderno.