CABAÑAS DE EBRO: En esta calle me crié; cuando yo era chico, había charcos,...

En esta calle me crié; cuando yo era chico, había charcos, yo tenía uno en mi puerta cuando llovía... Era afortunado porque probaba mis botas en él. Calle larga y llana con poco tráfico, desde casa "El Royo" al "Montón" ideal para la bici, sólo había que tener cuidado al cruzar la salida del callizo de "Canela". Frente a ésta placa, en la tienda de "Casa la Mercedes", estanco-colmado, compraba algunas veces una sardina "rancia" para merendar mi abuela, que me daba moneda suficiente para que me quedaran un par de reales que yo encontraba utilidad en la "tía Rafaila" (decíamos), un tramo mas arriba de la calle, con algun caramelo, pica-pica o regaliz. También llevaba las cartas para mi tío que estaba en la mili en áfrica al correo que recogía Silvestre. Tenía cuatro tías y tíos con mis respectivos primos en ésta calle. A veces, nos juntábamos en alguna de éstas casas tres o cuatro amigos o primos, y disfrutábamos con algún respingo que había por el corral. Detrás de ésta calle, saliendo por el monton o por el callizo al río, estaba el gradal y las tamarices, ... ¡Cuantas aventuras he vivido en ellas! Alli se recreaban las escenas de las películas que habíamos visto en el cine del "tío Leza", versión nuestra, ya sean del Zorro, Toro Sentado, Atila, Romell o Sandocan; alli nuestros primeros cigarrillos clandestinos, puros de restañada, y otras experiencias incontables.
Me gusta mi calle, claro, esto fué entre los años 1.955-1965, ¡Qué feliz!.
Hoy también me gusta, ha cambiado un poco, ya no hay charcos, no vienen los "cañizos" para las fiestas, no está el "monumento" con la fuente en la plaza, no compro chuches, ... La próxima vez, que pase por "casa la Mercedes" compraré otra sardina para mí, con papel de estraza y todo.
Miguel Angel.