
La
plaza del
pueblo es circular con casi todas las
casas iguales. La mandó construir el Conde de Morata en el siglo XVIII. Tiene tres
puertas abiertas a los puntos cardinales, excepto en uno de ellos que se coloca la
iglesia.
A pocos kilómetros se encuentran las
ruinas del pueblo viejo, bajo el
castillo, y el
puente antiguo sobre el Jalón que unía el
camino con Morata.