Los mejores momentos de mi infancia los pase en epila y rodanas. De allí es mi madre y toda la familia por parte de ella. Recuerdo cuando mis hermanas y mis primos íbamos a aquel cine con sillas de madera. Hacían intermedio y aprovechábamos para comprar chucherías, sobre todo cebolletas y pepinillos en vinagre, eso sí, con 5 pesetas nos poníamos morados. De esto hace 20-30 años. Viva mi pueblo y mis personas que quedaron por el camino y descansan allí.