Durante la Guerra Civil, fue saqueada, y tras el paso de los años, ha sido recuperada tras una ardua y exquisita labor de estudio, investigación, restauración y financiación llevada a cabo por el tesón de la Cofradía del
Santuario de la
Virgen de la Sabina, antiquísima hermandad que hunde sus raíces allá en el 1444, año de su fundación, y que en la actualidad cuenta con más de trescientos miembros.