Invito desde aqui a la persona que afirma longanizudamente que se menosprecia a los ancianos a releer con objetividad, si es capaz, que, en vista de lo leido, lo dudo mucho, mi mensaje sobre el posible origen de parte de la intencion de voto de nuestro pueblo.en nigun momento se juzga, opina o valora negativa o despreciativamente el voto de las personas mayores.mas bien creo que , quien saca estas poco afortunadas conclusiones, esta opinando sobre lo que a ella le hubiera gustado que yo hubiera puesto en el mensaje, y no sobre lo que en realidad escribi.sobre el tema de los votos rumanos, solo me he limitado a constatar una evidencia bastante triste, de la que podria deciros muchisimo mas, de forma jocosa para quitarle hierro.en cuanto a lo dicho sobre su valoracion a mi falta de sensibilidad ante las circunstancias por las que se vieron obligados a pasar nuestros mayores, he de decirle que mis antepasados tuvieron en la guerra civil, en el bando de la republica, un papel tan principal como tragico y que, si bien no lo hemos olvidado , nos hemos guardado muy mucho de amamantar a nuestros hijos con la amarga y venenosa leche del rencor interesado, tan util para algunos manipuladores profesionales que piden la limpieza de sangre de la izquierda como profundamente dañina para los planes de convivencia y futuro de una sociedad moderna en la que deberian enseñarnos que tenemos que caber todos.por lo demas creo que se ha quedado en el cordel de la longaniza y no le ha hincado en diente a mi mensaje sobre la, en mi opinion, tan necesaria renovacion del partido de pascual, al que algunos llaman todavia partido socialista.sera, creo, que no le agradara probar el especiado sabor de las para muchos evidentes causas de una longanizuda, contundente y aleccionadora derrota que deberia llevaros a la reflexion, al dialogo y al cambio de direccion pero que sin embargo, tozudamente guiados por vuestro despegado y carismatico lider, vais a convertir en una version actualizada del cuento del flautista de hamelin, que os va a llevar con la plañidera melodia del victimismo, hasta el mas profundo de los despeñaderos.
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