En el siglo XVI, Don Pedro Martínez de Luna, para darle un aspecto más palaciego inicia una reforma de la fortaleza y manda construir la galería de arquillos que recorre todo su perímetro superior y la
portada principal, inspirada, según algunas
fuentes en la
fachada principal del
Palacio Ducal de Urbino en
Italia, de estilo renacentista.