MARRACOS: Saludos a todos. Soy José Angel Carrey Torralba, y...

Saludos a todos. Soy José Angel Carrey Torralba, y la memoria de mi infancia tiene en Marracos bellas páginas de diversión, entrañables recuerdos y amigos que no olvido apesar del tiempo que hace que no recorro con ellos las calles del pueblo, y charlo con ellos. Resulta difícil escribir en un día como hoy. Desde lejos, desde las tierras catalanas donde resido, quiero enviar a todos los marraquinos un fuerte abrazo. HOy me siento uno más de entre vosotros. Conmovido como todos, por el brutal zarpazo de la fatalidad, que nos ha privado de uno de los vecinos más entrañables, y también más conocidos y significados de este pueblo en nuestros días, José Otal, más conocido como Pepito Otal, para los que le tratábamos y considerábamos amigo.. Un hombre, que por sobre todas las cosas, amaba su pueblo, y luchó del modo mejor que supo por hacer mejor la vida de sus habitantes. Con la segregación, a la que contribuyó notablemente, grabó para siempre su nombre en la historia de este pueblo, y marcó un hito histórico en la vida de esta comunidad, con las mejoras que vinieron detrás. Para mí, más allá de las ideologías, y del partido político que representaba, su trayectoria representa el buen hacer en política de las personas sencillas, que desde abajo, desde la ciudadanía, tienen claro lo que quieren, luchar por el bien común de sus vecinos y amigos, y ponen en ello su empeño, su trabajo, y sus energías, no importando las horas dedicadas, ni los sisabores que a veces depara dedicarse a lo público. Me siento muy identificado con ese modo de operar, porque en parte, en temas diferentes también es el mío. En unos tiempos en que todo tiende a corromperse por intereses expúreos, hay que elogiar a los hombres honrados que, con mayor o menor acierto, luchan más por el bien de todos, que por el enriquecimiento propio. Eso es engrandecer la democracia, crear democracia de verdad más allá de siglas. Desde aquí, como hijo de marraquina, y repito, más allá de las ideas que representa, mi reconocimiento, y mi admiración. Deja el listón alto: Un Ayuntamiento libre, rico, y con proyectos. Y un ejemplo de lucha y de cariño por su pueblo, difícil de igualar.
Pero además del político, yo quiero destacar sobretodo el perfil cercano, simpático, y agradable del hombre, y recordar el afecto que le tengo. Cuando ayer recibí la noticia de su trágica muerte, no daba crédito. Y me quedé consternado, y aturdido. Una muerte, siempre es algo difícil de comprender y aceptar, sobre todo si conoces y quieres a la persona fallecida. Pero cuando se produce en circunstancias tan trágicas como éstas, adquiere un perfil si cabe más terrible, más absurdo, más desolador. Hace reflexionar sobre lo poco que valoramos la vida, con tantas batallas vanales que llevamos en el día a día, y lo frágil que es.
Quiero expresar mi pésame a todos sus familiares, y al pueblo de Marracos por esta pérdida. Estas líneas, son un homenaje a José Otal, y una forma de estar con él, desde la distancia, en su último paseo por las calles del pueblo que tanto quiso, dado que mi trabajo me impide asistir personalmente.

Para expresar mi pena, terminaría con las palabras de Miguel Hernández, cuando decía "no perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada". Pero no: No acabaré así. Terminaré diciendo sólamente, que los que queremos Marracos de un modo u otro, recogemos tu bastión, y anotamos tu ejemplo como línea a seguir. Y también, como sobrino tuyo, que te recordaré siempre.

Descansa en paz.