Cinca. La población cuenta con una ubicación singular, en la confluencia de tres
ríos: el Cinca, en el punto que recibe las
aguas del Segre, que poco después desembocan en el
río Ebro. Esta riqueza fluvial convierte a
Mequinenza en un paraíso para pescadores -que llegan de toda Europa- y para amantes de los
deportes náuticos.
Además, esta unión de las aguas da lugar a un amplísimo cauce cuya accesibilidad y estabilidad ha hecho de este tramo fluvial un excelente
campo de regatas, escenario en más de una ocasión de competiciones nacionales. Las empresas de turismo activo de la localidad ofrecen actividades en
barco o en kayaks para disfrutar de la navegación por el río.
El espacio fluvial creado por esa confluencia del Segre y el Cinca recibe el nombre de Aiguabarreig, vocablo vernáculo que significa aguas mezcladas, aunque no es cierto del todo ya que los cauces no llegan a mezclarse, y puede distinguirse el caudal de uno y del otro por su distinta tonalidad, un fenómeno extraordinario que se aprecia con claridad desde lo alto del
castillo de los Moncada. Esta fortaleza se alza majestuosa en la cima de la
montaña, siendo uno de los
castillos más notables y grandiosos del
gótico de
Aragón, construido sobre la originaria fortificación bereber del siglo VIII. Propiedad de Fundación Endesa, empresa que explota la electricidad generada por el salto hidráulico de la presa de Mequinenza, puede ser visitado previa solicitud.