El elemento que le confiere una mayor personalidad es el
alero: se trata de una galería de óculos que rematan la
fachada y que está poblada de figuras en yeso que recuerdan a los mascarones de proa o a las gárgolas
medievales. Son, como éstas, fantásticas y variadas, aunque no tienen más función que la decorativa. En total hay 58 figuras, a cual más interesante, curiosa o bella.