Si no recuerdo mal se llama "La de ocho
caños". Ella, en los años cuarenta, suministraba el
agua a la mayor parte del
pueblo. De la otra se suministraba el resto. Todos lo hacíamos con botijos y cántaros. Unos en la mano, otros apoyando sobre la cadera y las más equilibradas sobre la cabeza. Todo un espectáculo a recordar