Luz ahora 0,11409 €/kWh

NIGUELLA: Cómo retengo en mi mente Recuedos de aquél pasado...

Cómo retengo en mi mente
Recuedos de aquél pasado
Del pueblo donde nací
Que jamás podré olvidarlo.
Este pueblo es Nigüella
Sobre un cabezo cortado
Lo construyeron los moros
Y sirvió de fortaleza
Para los que allí lucharon.
Sobre el fondo del abismo
El río y sus verdes prados
Con una bonita huerta
Muy rica por su arbolado.
La fuente donde a diario
Bajábamos a coger su agüica
Fresca en botijos y cántaros.
Ay! fuente de los dos caños
Si tú pudieras hablarnos
Pues nos seriste de cita
A muchos enamorados.
Aún recuerdo aquél buen mozo
Sobre su caballo blanco
Conversando con su novia
Y su caballo abrevando.
Y el famoso lavadero
En el que tanto he lavado
De ésto que estoy contando
!han pasado tantos años...!
Y recuerdo aquellos hombres
En calurosos veranos
En plena recolección
Para recoger el grano
Andando por los caminos
Por el sudor empapados
Provistos de una alforja
Con el botijo de barro
"para" remojar sus gargantas
Resecas de polvo y tamo.
Ellos fueron mis abuelos
Mis padres y mis hermanos
Segando de tajo en tajo
Agachados con la hoz
Y la zoqueta en la mano.
Mientras duraba la siega
Se dormían en los campos
Recostados sobre la miés
Expuestos a las tormentas
Y algún que otro picotazo;
Y al amanecer el día
Dispuestos para el trabajo.
Luego llega el acarreo
A carga de burro o macho
Pués entonces eran pocos
Los que tenían un carro.
Y ya la miés en la era
Se acinaba en grandes fajos
Para luego echar la parba
Cuando el cielo estaba claro.
Y recuerdo aquellos trillos
Arrastrados por los asnos
Dando vueltas a la era
Con los chavales montados.
Y luego, de cuando en cuando,
Había que contornarlo;
ésto lo hacían los hombres
Con horcas que eran de palo
"para" mejorar su trillado
Que luego con un buen aire
Podríamos aventarlo
Hasta verlo en el granero
!cuánto esfuerzo! !qué trabajo
Para que no nos faltase
El pan para todo el año.
Pero ya con el progreso
Todo ha ido cambiando;
Están las cosechadoras
Y ya no hay burros ni machos;
Ya sólo se ven tractores
Y ya no hay camino malo.
CARMEN GARCIA BENEDI.