Tuve la suerte de oír de nuevo el bandeo manual de sus grandes
campanas el día de la
Virgen del Pilar. Mostraban alegría festiva, constituyéndose el motor de la vida de este hermoso
pueblo cada día con más vitalidad. Y al frente, el nuevo párroco, don Luis Zardoya. Las personas se renuevan, el
río fluye, la
espadaña sigue en lo alto del
campanario señalándanos su
veleta la dirección del viento. Tiempos Nuevos. Saludos cariñosos, novalleros, de un paisano en la lejanía presente. Sed muy
felices y
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