Tuve la suerte de oír de nuevo el bandeo manual de sus grandes campanas el día de la Virgen del Pilar. Mostraban alegría festiva, constituyéndose el motor de la vida de este hermoso pueblo cada día con más vitalidad. Y al frente, el nuevo párroco, don Luis Zardoya. Las personas se renuevan, el río fluye, la espadaña sigue en lo alto del campanario señalándanos su veleta la dirección del viento. Tiempos Nuevos. Saludos cariñosos, novalleros, de un paisano en la lejanía presente. Sed muy felices y contagiad a todos los que se acerquen a vosotros. Víctor Baroja.