CARTA PARA UN POLíTICO
Querido Señor Político:
Soy una persona normal, un ser humano con sus sentimientos, sus recuerdos...y gracias a usted y los suyos soy una ex-habitante de mi pueblo: Nuévalos.
Quizás usted no entienda ni una palabra de lo que le voy a contar, pero no me importa, ya que tampoco entiendo yo vuestra decisión de "expulsarme" de mi pueblo bajo amenaza de denuncia, y a mi nadie me ha dado explicaciones ni me ha preguntado mi opinión.
A lo mejor también se pregunta por qué no digo mi nombre; bueno simplemente no escribo esto para formar ningún lío ni empezar ningún enfretamiento. Hablo como una persona que quiere a su pueblo y a la que le duele lo ocurrido, así que no importa mucho quien sea.
Nací en Calatayud y he vivido durante 18 años en Nuévalos junto a mi familia. Un día, como todos los jóvenes que quieren labrarse un futuro más allá de las escasa oportunidades que hay en el pueblo, me tuve que venir a vivir a Zaragoza. No he dejado ni un sólo fin de semana de ir a mi pueblo, puesto que allí sigue mi familia, mi gente y gran parte de mi vida, allí tengo mis raíces, mi hogar...no sé si lo entiende, puesto que tengo oído que usted no ha nacido ni lleva viviendo toda la vida allí. No creo que comprenda la sensación que me invade cuando doy la última curva de la carretera de Calatayud y, de repente, empiezo a ver las casas, el pantano, empiezo a oler a monte y a vida y vienen a mi memoria miles de historias que he vivido en cada rincón de ese pueblo, cómo pasé mi infancia, mi adolescencia...
Señor Político, sé que las leyes están para cumplirlas y que usted le va a echar la culpa al otro y el otro a usted. A mí no me importan sus disputas, ni su orgullo, ni ese afán de victoria y poder a costa de todo, incluso a costa de los propios vecinos que usted, en teoría, quiere reprensentar, proteger y hacerles la vida mejor.
Nosotros, los jóvenes a los que ha ehcado, somos parte del futuro de ese pueblo. Quizás es que una de sus propuestas políticas para ganar las próximas elecciones es convertir Nuévalos en uno más de los "pueblos fantasma" de Aragón. En ese caso enhorabuena, a este paso lo va a conseguir Señor Político.
Sin más me despido, no quiero alargarme. He intentado ser lo más sincera posible, exponerle mi opinión como ex-habitante de Nuévalos, aunque de corazón siempre seré de allí, y eso no me lo quita ni usted ni nadie. Por lo menos puedo decir que yo no engaño a nadie, ni con leyes ni sin ellas, soy como soy y digo las cosas claras, tal como me gustaría que me las dijeran a mí.
Ah! cuando yo tengo algo contra alguien, arreglo las cosas con la persona en cuestión, no meto a nadie por el medio.
Espero sinceramente que esta estrategia política suya no le sirva para nada.
Muchas gracias por su atención.
Querido Señor Político:
Soy una persona normal, un ser humano con sus sentimientos, sus recuerdos...y gracias a usted y los suyos soy una ex-habitante de mi pueblo: Nuévalos.
Quizás usted no entienda ni una palabra de lo que le voy a contar, pero no me importa, ya que tampoco entiendo yo vuestra decisión de "expulsarme" de mi pueblo bajo amenaza de denuncia, y a mi nadie me ha dado explicaciones ni me ha preguntado mi opinión.
A lo mejor también se pregunta por qué no digo mi nombre; bueno simplemente no escribo esto para formar ningún lío ni empezar ningún enfretamiento. Hablo como una persona que quiere a su pueblo y a la que le duele lo ocurrido, así que no importa mucho quien sea.
Nací en Calatayud y he vivido durante 18 años en Nuévalos junto a mi familia. Un día, como todos los jóvenes que quieren labrarse un futuro más allá de las escasa oportunidades que hay en el pueblo, me tuve que venir a vivir a Zaragoza. No he dejado ni un sólo fin de semana de ir a mi pueblo, puesto que allí sigue mi familia, mi gente y gran parte de mi vida, allí tengo mis raíces, mi hogar...no sé si lo entiende, puesto que tengo oído que usted no ha nacido ni lleva viviendo toda la vida allí. No creo que comprenda la sensación que me invade cuando doy la última curva de la carretera de Calatayud y, de repente, empiezo a ver las casas, el pantano, empiezo a oler a monte y a vida y vienen a mi memoria miles de historias que he vivido en cada rincón de ese pueblo, cómo pasé mi infancia, mi adolescencia...
Señor Político, sé que las leyes están para cumplirlas y que usted le va a echar la culpa al otro y el otro a usted. A mí no me importan sus disputas, ni su orgullo, ni ese afán de victoria y poder a costa de todo, incluso a costa de los propios vecinos que usted, en teoría, quiere reprensentar, proteger y hacerles la vida mejor.
Nosotros, los jóvenes a los que ha ehcado, somos parte del futuro de ese pueblo. Quizás es que una de sus propuestas políticas para ganar las próximas elecciones es convertir Nuévalos en uno más de los "pueblos fantasma" de Aragón. En ese caso enhorabuena, a este paso lo va a conseguir Señor Político.
Sin más me despido, no quiero alargarme. He intentado ser lo más sincera posible, exponerle mi opinión como ex-habitante de Nuévalos, aunque de corazón siempre seré de allí, y eso no me lo quita ni usted ni nadie. Por lo menos puedo decir que yo no engaño a nadie, ni con leyes ni sin ellas, soy como soy y digo las cosas claras, tal como me gustaría que me las dijeran a mí.
Ah! cuando yo tengo algo contra alguien, arreglo las cosas con la persona en cuestión, no meto a nadie por el medio.
Espero sinceramente que esta estrategia política suya no le sirva para nada.
Muchas gracias por su atención.