La
historia de
Paniza data de muy antiguo, pues han sido descubiertos vestigios de asentamientos ibéricos. De épocas más recientes, cabe citar que fue conquistada por los musulmanes, que permanecieron en ella varios siglos, al igual que en el resto de la Península Ibérica, y finalmente reconquistada para la cristiandad por el rey Alfonso I el Batallador y alcanzando la titularidad de
pueblo muy a finales del siglo XIII.
El rey Pedro I de
Aragón vendió el pueblo, junto con otros varios, a la poderosa e influyemte
familia aragonesa Jiménez de Urrea para aliviar las exahustas arcas de la corona por mor de los elevados gastos en que había incurrido su administración. Al volver a ser propiedad de la corona aragonesa, por conquista durante el reinado de Pedro IV, éste la vendió con posterioridad a la comunidad de aldeas de Daroca, salvaguardándose la posibilidad de recompra, derecho fue ejercitado hacia 1357, para posteriormente cederlo a D. Álvaro García de Albornoz 15 años después; con posterioridad fue cedida a D. Gonzalo González de Lancia y su esposa Dª. Violante de Urrea, con lo cual volvió indirectamente a la posesión de la familia Urrea que la había adquirido del monarca Pedro I.
Hacia 1439 pasa a formar parte de la comunidad de
pueblos y adeas del
campo de Daroca.
Es en el siglo XVI cuando se levanta la
Ermita de Nuestra Señora la
Virgen del Águila con un magnífico
retablo del maestro Gabriel Guli, la obra de mayor valor
artístico que por aquel entonces se encontraba en el campo de Daroca; esta ermita, incluido su retablo, fue destruida en el transcurso de la Guerra de la Independencia contra el invasor francés.