La disposición interior de la Basílica del Pilar se articula en tres naves —la central más ancha— y siete tramos, que descansan sobre gruesos pilares decorados con pilastras adosadas clasicistas. Sobre ellos hay unos sobrios entablamentos que soportan cúpulas sobre pechinas y bóvedas rebajadas. En los muros se abren capillas laterales cubiertas con cúpulas con linterna o bóvedas. Los intradoses de los arcos de medio punto, cuellos de bóvedas y cúpulas fueron decorados en 1871 por el escultor Manuel ... (ver texto completo)