En cuanto a edificaciones o
monumentos, dentro del casco urbano encontramos la
iglesia católica, una construcción en ladrillo, de estilo mudéjar que data, su parte más antígua, del siglo XVI, de una sola nave con
ábside, oculto en el exterior, poligonal de cinco lados y cuatro tramos cubiertos con
bóveda de crucería sencilla. Se halla orientada al Oeste; la
fachada es de estilo neomudéjar en tres
calles, con
puerta de
arco apuntado y sobre ella vano en arco túmido y rematado todo ello en un característico
frontón escalonado. Dicha fachada fue construida con proyecto del arquitecto municipal de
Zaragoza a raíz de la destrucción de la anterior el 14 de octubre de 1908, por la avenida de los barrancos de la parte alta, e inaugurada en 1910 por Juan Soldevila y Romero. Está consagrada a Nuestra Señora del
Coro de los Ángeles de la que se conserva en su
altar mayor una talla
gótica de madera policromada. Debe resaltarse su
torre, de estilo mudéjar, de planta cuadrada y hueca, en su parte inferior aloja una
capilla que se cerraba, hasta su destrucción reciente para incluir la maquinaría del
reloj, con una
cúpula de aproximación de hiladas. A la parte superior se accede por el coro y en su parte más alta se encuentra el
campanario.