En el mes de agosto del presente año, recibí un regalo: Un libro. Si recibir un regalo siempre es cosa agradable, recibir como obsequio un libro del mismo autor que lo ha escrito, es doblemente de agradecer. Lo leí con los cinco sentidos puestos en cada una de las narraciones y quedé fascinado por la lectura sencilla y de fácil verbo, que encontré en su contenido aparte de buen humor e ironía con el que nos cuenta la vida de ese pueblo aragonés tan dejado de la mano de Nuestro Señor, como tantos otros, que todos conocemos, de nuestra querida piel de toro. Hoy de nuevo lo he vuelto a hojear y es que merece la pena, de verdad.
No debería haber ni un solo vecino que no lo tuviera en su poder. Relatos de esta índole son los que hacer revivir a los pueblos y mantener su historia latente.
El libro se llama SANTA CRUZ DE GRÍO y su autor es José Mª Gimeno España. A José Mª hace años que lo conozco de vista; pero si llego a encontrármelo de nuevo por Deza, como cada verano, espero conseguir que nuestra amistad se vea favorecida partir de este regalo inesperado; pero agradecido.
Un abrazo.
No debería haber ni un solo vecino que no lo tuviera en su poder. Relatos de esta índole son los que hacer revivir a los pueblos y mantener su historia latente.
El libro se llama SANTA CRUZ DE GRÍO y su autor es José Mª Gimeno España. A José Mª hace años que lo conozco de vista; pero si llego a encontrármelo de nuevo por Deza, como cada verano, espero conseguir que nuestra amistad se vea favorecida partir de este regalo inesperado; pero agradecido.
Un abrazo.