Desde que llegé a este maravilloso
pueblo no he dejado de sorprenderme y debo decir que yo provengo de la capital de
España.Mis dos hijos, por cierto preciosos, han nacido aquí y yo les enseño todos los lugares mágicos que tiene
Velilla de Ebro.Hay otra calidad de vida, a lo mejor, no tanta de servicios pero se respira tranquilidad que en este siglo es difícil de encontrar.Por otra parte, estamos bien comunicados, tenemos
médico todos los días, una panadera muy cariñosa, una
tienda que tiene de todo,
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