La perla peregrina.“La Peregrina” es una extraña perla que, por su tamaño y su forma, está considerada una de las joyas míticas europeas sobre todo por su valor simbólico, al heredarse generación tras generación dentro de la rama monárquica española. Su nombre define no solo su periplo histórico sino su esencia dado que “peregrino” apelaba a algo “raro o especial” y es que estas perlas con forma de lágrima fueron muy valoradas en las cortes europeas. A lo largo de su historia recibiría otros nombres como “La sola” o “La margarita”.
La perla, de 58.5 quilates, fue descubierta por un esclavo en el año 1515 (1569 la referencian otros) en Panamá. A través del Alguacil Mayor de esta región, Diego de Tebes, llegaría a manos de Felipe II en 1580, pasando a formar parte desde entonces del tesoro de la Corona Española. Desde entonces se luciría junto a un diamante perfecto, conocido como “El Estanque“, engarzado en el llamado joyel rico de los Austrias. Esta joya sería portada por numerosas celebridades, dando fe de ello los propios cuadros de Diego Velázquez, como el retrato ecuestre de Felipe III, quien la lleva sola prendida del sombrero, o el cuadro pareja de éste, la imagen de Margarita de Austria, la cual lo llevaba en el joyel.
Al igual que su compañero “El estanque”, “Peregrina” fue sustraída por José Bonaparte quien la llevaría a Francia, donde pasó a manos de su esposa. Tras venderse en 1848 la perla pasaría a Estados Unidos donde se subastaría en 1969, perdiéndose de nuevo de manos españolas al no realizarse una puja adecuada. Con todo y esto, la perla volvió al mercado de subastas donde pasaría a manos de la actriz Elizabeth Taylor, quien la engarzó en el collar de rubíes y diamantes que ha formado parte de la subasta del pasado 13 de diciembre por valor de 9 millones de euros.
La perla, de 58.5 quilates, fue descubierta por un esclavo en el año 1515 (1569 la referencian otros) en Panamá. A través del Alguacil Mayor de esta región, Diego de Tebes, llegaría a manos de Felipe II en 1580, pasando a formar parte desde entonces del tesoro de la Corona Española. Desde entonces se luciría junto a un diamante perfecto, conocido como “El Estanque“, engarzado en el llamado joyel rico de los Austrias. Esta joya sería portada por numerosas celebridades, dando fe de ello los propios cuadros de Diego Velázquez, como el retrato ecuestre de Felipe III, quien la lleva sola prendida del sombrero, o el cuadro pareja de éste, la imagen de Margarita de Austria, la cual lo llevaba en el joyel.
Al igual que su compañero “El estanque”, “Peregrina” fue sustraída por José Bonaparte quien la llevaría a Francia, donde pasó a manos de su esposa. Tras venderse en 1848 la perla pasaría a Estados Unidos donde se subastaría en 1969, perdiéndose de nuevo de manos españolas al no realizarse una puja adecuada. Con todo y esto, la perla volvió al mercado de subastas donde pasaría a manos de la actriz Elizabeth Taylor, quien la engarzó en el collar de rubíes y diamantes que ha formado parte de la subasta del pasado 13 de diciembre por valor de 9 millones de euros.