Acabo de leer tu escrito, Piri, y me ha venido a la memoria un poema (soneto: "lo bueno, si breve, dos veces bueno", según nos dijo lapidariamente nuestro mordaz Baltasar Gracián) que escribí, pensando en esos trepas, cucos o vampiros del sudor ajeno que practican lo que yo llamo la "crematolatría", el culto al dinero, único dios al que adoran. He aquí el soneto. Espero que su lectura te sea grata.
CREMATOLATRÍA (CULTO AL DINERO)
Ya no sube el que sabe, sí el que engaña
en un mundo, ya inmundo sumidero
donde el único dios es el dinero
con que escala el más cuco la cucaña.
Yo no sé con qué hechizo o artimaña
ha extendido su culto al mundo entero
este dios insaciable y milagrero
que, en su red nos atrapa tal araña.
Empresarios, banqueros, mercaderes...,
lo veneran con culto vitalicio
porque suban su bolsa y sus haberes.
Y, en sus sucios negocios, no hay resquicio
para el sacro cultivo de saberes
por el bajo interés y el sacrificio.
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres)
CREMATOLATRÍA (CULTO AL DINERO)
Ya no sube el que sabe, sí el que engaña
en un mundo, ya inmundo sumidero
donde el único dios es el dinero
con que escala el más cuco la cucaña.
Yo no sé con qué hechizo o artimaña
ha extendido su culto al mundo entero
este dios insaciable y milagrero
que, en su red nos atrapa tal araña.
Empresarios, banqueros, mercaderes...,
lo veneran con culto vitalicio
porque suban su bolsa y sus haberes.
Y, en sus sucios negocios, no hay resquicio
para el sacro cultivo de saberes
por el bajo interés y el sacrificio.
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres)