En este incomparable marco recibí el primer beso que mi dió mi marido cuando eramos novios. Algo que algun dia le contare a mi hija.quizas ella tambien reciba alli su primer beso.Ana. Desde el silencio infinito, el lo alto de este faro, pude disfrutar del cielo, del mar, de la inmensidad, el reencuentro con raíces de ese suelo tan amado.
Si algún día la vida permite que regrese, desde lo alto veré en la Atalaya, junto al Nazareno, el paisaje tan querido, de mi pueblo de mi gente, de mi Luarca, que llevo aquí en mi pecho como un bracero candente.
María del Carmen Menéndez G.