Parque de
San Francisco. En el centro de
Oviedo y verdadero pulmón para los que aquí vivimosNunca encuentro una respuesta
a una pregunta repetida
que me diga cuál es
el verdadero alma
de un poema
cuando antes de escribirlo
solo un papel y un lápiz
me rodea.
El
cielo tampoco me lo explica
casi siempre la
noche
me acompaña
sin atisbar otro
color
que el azul negro revestido
de la humedad gris
de mi tierra.
El
mar no está muy lejos
pero las olas no parecen
estar vivas
y también duerme el
río.
Se enmarañan las voces
que me aman
con las de aquellas
que me amaron y se han ido
o fui perdiendo por los
caminos
que transité
al lado de mis sueños.
Solo puedo decir
que me desangro entero
cuando escribo
aunque no sepa qué parte
de mi alma es la que llora
y aquella que me abraza
y me sonríe
aunque a veces siento
en los ojos y en mi boca
que es la misma
que heredé de Oviedo.
Oviedo, mi alma
Carlos Fidalgo.
usuario 175223
Otoño 2015.