El amigo pescador mira el cebo, como diciendo... ¿qué viste alguna trucha... compañeru?. El merucu poco pue decir tras un bañu en el rio desolado, donde no se ve ni una trucha y los merucos mueren de aburrimientu.
Un ratu después el pescador; de forma cansina, pero poco a poco, abandonó las aguas y retornó a casa.
Hacía tiempo que no avistaba ningún pescador por estas aguas (a esta temporada me refiero).