Este
hórreo fue el último construido en
Santa María de Proaza, en el año de 1800, a bajo hizo el rabión, donde se desgranaba las espigas de escanda, lo ha ideado y hecho Juan García de Maisima, era analfabeto, no tenía ni metro, media con varas de avellano, no aprendió carpintería en ningún taller, y es una obra digna de un buen maestro.