En el primer tercio del siglo IX, reina en Asturias, Alfonso II el Casto, y para peregrinar desde Oviedo a Santiago siguió el camino más corto por las tierras de Tineo y la antigua ciudad romana de Lugo.
Este rey se convierte así en el primer jacobeo conocido, y el trayecto de Oviedo a Santiago por Tineo como la más antigua ruta jacobea. Es conocido como Camino Primitivo o Camino del Interior.