A los once de la noche iban por la Veguina, dos hombres dicutiendo. Hablan del dominio de la mujer en el matrimonio, Uno dice que no hay mas remedio que aguantarse. Se ha acostumbro, a esta filosofia y es feliz.
El otro, no. El otro grito que no hay porque tolerar tal dominio y que el hombre, debe imponerse seiempre.
--En mi casa, sepalo ustedbien, yo llebo siempre los pantalones,
Menos ahora--le contesto el otro pacientemente.
Yera verdad. Iba en calzoncillos
El otro, no. El otro grito que no hay porque tolerar tal dominio y que el hombre, debe imponerse seiempre.
--En mi casa, sepalo ustedbien, yo llebo siempre los pantalones,
Menos ahora--le contesto el otro pacientemente.
Yera verdad. Iba en calzoncillos