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RADIO PARPAYUELA

BUENOS DÍAS DESDE LA EMISORA DE LA MONTAÑA CENTRAL
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MONÓLOGO

EL CAMPO ES PELIGROSO

Grupos ecologístas de Galicia denuncian que cada vez es más peligroso ir al campo debido a los disparos incontrolados de los cazadores de zorros. Joder, vas al campo y te pegan un tiro, con lo que cuesta ir... Ya se han visto domingueros,
con manta a cuadros, bocata de filete empanao y chaleco antibalas.
Así que, ya saben, si este fin de semana van por el campo y ven un zorro acojonao, corran, que detrás hay unos cazadores.
A mí, el campo, lo que es el campo, the country, nunca me ha gustado. Yo siempre he pensado que si el campo está tan bien......-la gente: <<Huy, qué bien está el campo. Siempre que podemos, vamos al campo>>-... ¿Por qué no vive más gente allí? Han pensado esto alguna vez? <<Oh, es que no hay gasolineras.>>
¡Venga ya!... El campo, como dice un amigo mío, es demasiado grande. No hay parámetros.
Aunque en España, cada vez queda menos terreno virgen. Te echas una siesta bajo un árbol y te despiertas en la sección de congelados de un nuevo Carrefur.
El campo en domíngo está petao de familias buscando sítio con una manta bajo el brazo.Ésa es una imagen muy bonita. A veces, ves sólo una pareja que va de la mano, que dices: ¿y la familia? Van a fabricarla... Con todo lo que eso supone, ¿eh? Que se te clavan un montón de cosas en el culo. ¡Huy! ¡Ay! En fin, todos lo hemos experimentado. Otro inconveniente clásico del campo son las hormigas. Que con la cantidad de gente que va a comer los domingos y la de sobras que deja, han salido unos hormigacos... Oye, que el otro día uno parecía el toro de Osborne. Es que los bichos en el campo son mucho más gordos. ¿Se han fijado en los mosquitos? Hay unos mosquitos en el campo... Te pican y te tienen que poner puntos. Sí, sí. En cambio en la ciudad van como pidiendo permiso. Dices: <<Bueno, vale, pícame.>> Son más educados. Pero en el campo... son como elicópteros. Una vez cayó uno y de dentro salió Rajoy.
Es contradictorio, porque la gente va a disfrutar de la paz del campo, pero ponen la música a toda leche. Cuando oyes eso, dices: <<Aquí hay un dominguero, tío>>. Tú imagínate un pobre bicho que está tranquilamente con el sonido de los pajarillos del campo y, de repente, les ponen esto... música. Y claro los bichos están estresados. Está muy mal el campo por eso, por los domingueros.
Es que, al ser humano en el campo, le salen los instintos más básicos. En cuanto un tío de ciudad pisa verde, su cerebro dice; <<Hierba igual a fútbol.>> <<Nene, trae la pelota del maletero.>> Y el nene: << ¡No quiero!>> << ¡Que la traigas te digo!>>. Bueno eso le pasa a cualquier tío, menos a Melendi. Él, cuando piensa en hierba, piensa en... ¡Ay, no!, que me he liado. La cuestión es jugar al fútbol como sea, aunque haya pendiente y esté aquello minado de rocas. Si es verde, ¡a jugar! Y luego se hacen unas lesiones... ¿Que no hay porteria?
Se pillan dos piedras gordas.
Total, que a mí me va a pasar este año como a Ronaldinho: que no me van a ver el pelo por el campo.

ANDREU BUENAFUENTE