RADIO PARPAYUELA
LA VOZ DE LA MONTAÑA CENTRAL ASTURIANA 94.0 FM
MONÓLOGO
LA CROQUETA QUE QUEDA
La croqueta que queda, la que nadie quiere, la de la vergüenza... no se trata con el respeto que se merece. Que le digo yo a mi madre: << ¿Para que la haces? haz las demás, pero ésa no. Es muy sencillo, cuando las tengas todas amasadas y las vayas a echar a la sarten... deja una fuera>>.
Esa croqueta lo pasa mal viendo cómo la gente escoge a sus compañeras. Y ella en el plato:<< ¡Cogeme a mí, cogeme a mí...>>. Yo creo que la croqueta que queda debe de estar acomplejada. Seguro que se mira a si misma y se pregunta:
- ¿Seré gorda?
- No, amiga croqueta. Si fueras gorda desaparecerías la primera.
Lo malo es que cuando queda una croqueta sola en el plato, a todo el mundo, mágicamente, se le acaba el hambre a la vez. Nadie se atreve a dejar el plato vacío. Imaginemos una mesa grande con cinco platos de croquetas. Queda una croquetilla sola en cada plato hasta que, de repente, un especialista en logística del piscolabis, en un alarde de genialidad, coge los cinco platos y reúne las cinco croquetas en un solo plato.
Y es curioso nuevamente, cuando están las cinco en el plato la gente vuelve a tener hambre. Vuelven a coger croquetas hasta que solo queda una.
Esa croqueta está fría de miedo. La pobre sabe que solo la va a esperar el descuartizamiento. Porque nadie se atreve a dejar el plato vacío y el próximo que pase por ahí con un tenedor dira....
-Pues yo me voy a coger media.
-Pues yo, la mitad de la mitad.
-yo, la mitad del cuarto que queda.
-Y yo, la mitad de la mitad de la mitad de la mitad.
Creo que se ha llegado al átomo de croqueta. La próxima vez que veáis a la croqueta que queda, miradla a la cara si sois capaces.
Buenas noches
LA VOZ DE LA MONTAÑA CENTRAL ASTURIANA 94.0 FM
MONÓLOGO
LA CROQUETA QUE QUEDA
La croqueta que queda, la que nadie quiere, la de la vergüenza... no se trata con el respeto que se merece. Que le digo yo a mi madre: << ¿Para que la haces? haz las demás, pero ésa no. Es muy sencillo, cuando las tengas todas amasadas y las vayas a echar a la sarten... deja una fuera>>.
Esa croqueta lo pasa mal viendo cómo la gente escoge a sus compañeras. Y ella en el plato:<< ¡Cogeme a mí, cogeme a mí...>>. Yo creo que la croqueta que queda debe de estar acomplejada. Seguro que se mira a si misma y se pregunta:
- ¿Seré gorda?
- No, amiga croqueta. Si fueras gorda desaparecerías la primera.
Lo malo es que cuando queda una croqueta sola en el plato, a todo el mundo, mágicamente, se le acaba el hambre a la vez. Nadie se atreve a dejar el plato vacío. Imaginemos una mesa grande con cinco platos de croquetas. Queda una croquetilla sola en cada plato hasta que, de repente, un especialista en logística del piscolabis, en un alarde de genialidad, coge los cinco platos y reúne las cinco croquetas en un solo plato.
Y es curioso nuevamente, cuando están las cinco en el plato la gente vuelve a tener hambre. Vuelven a coger croquetas hasta que solo queda una.
Esa croqueta está fría de miedo. La pobre sabe que solo la va a esperar el descuartizamiento. Porque nadie se atreve a dejar el plato vacío y el próximo que pase por ahí con un tenedor dira....
-Pues yo me voy a coger media.
-Pues yo, la mitad de la mitad.
-yo, la mitad del cuarto que queda.
-Y yo, la mitad de la mitad de la mitad de la mitad.
Creo que se ha llegado al átomo de croqueta. La próxima vez que veáis a la croqueta que queda, miradla a la cara si sois capaces.
Buenas noches
Me encantó la historia de la croqueta, aquí decimos "quien se come la verguenza del gallego", no sé de donde salió seguramente de alguien que no nació en Galicia, pero la descripción es buenísima, es cierto siempre queda una unidad en el plata y nadie quiere hacerse cargo de ella para evitar un comentario jocoso. Besos hasta mañana
Buenos días Dora. ¿Cómo estás? Me alegro que te haya gustado el monólogo, y es que es cierto, por lo qué veo pasa por ahí también. Cuando se queda una unidad en el plato nadie la quiere pero todos la estamos deseando, es curioso, no hay ningún valiente que diga para mí. Besos para toda la familia tan bonita que tienes de UNICEF.... Me ha hecho mucha gracia cuando lo he leído.... Chao
Todavia me quedan restos y rastros de algunas cosas de mi infancia, mi abuela que no soportaba cuando ofrecia comida y uno respondía "ya me comi dos", ella decía te invite a comer no a contar. Recuerdo también que no quería que el pan estuviera dado vuelta pues "era el cuerpo de Dios", y se caía al suelo lo levantaba y lo besaba. A mi me torturaba con que tenía que comer para ser sana y tenía que buscar un buen partido para casarme pura y algunas cosas se le cumplieron a medias. Ja, ja, ja Besos tienes que mandarme cuando es la fiesta de Turón que ya estamos en el tramo final de la organización del viaje