-En las
noches sin estrellas los dolores van y vienen como si fueran almas en pena.
CINCO...
La Peña del Cuervo (de calva blanca y entornos aromáticos) observaba impasible el constante ir y venir de nubes y zorzales. A sus pies, sobre el cueto de las
fuentes (estribillos de
agua y plata) secaban los viejos sus cuerpos al sol.