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Es verdad que da mucha pena encontrarse con Otto, por Mieres, en los últimos tiempos mucho más, y entiendo perfectamente la diversidad de opiniones sobre este tema, yo siempre fuí de los que pensaba, cuando Otto era un chaval, que se iba a encontrar algún día como se encuentra ahora y era de los que pensaba que se lo tendría merecido.
Me pasó lo mismo con un primo mío de Turón, algo más jóven que yo y que nunca quiso estudiar y mucho menos trabajar, mi madre siempre estaba buscándole trabajinos de camarero y otras cosas, pero él llegó a decirle que lo dejara en paz con lo del trabajo, y yo me había prometido que nunca le iba a hechar una mano, que los vagos no merecen que nadie se esfuerce en ayudarles cuando lo necesiten, ya que ellos nunca hicieron nada por merecerlo. Pues bien, llegó el momento, el alcohol, y la enfermedad, hicieron que con 40 años se convirtiese en una carga imposible de llevar para su madre y su tío, y esa carga, al final, a pesar de todas mis promesas recayó en gran parte sobre mí, y le ayudé en todo lo que pude, hasta que el deterioro fué tal que había que subir a Repipe a acostarle en la cama porque él no podía, y así se murió my pronto. Por eso digo que ahora cuando veo a Otto en su situación actual, de verdad que siento pena, por lo que está pasando, y por que en su tiempo no tomase otras decisiones, que le podían haber llevado a una vida más normal, una esposa, unos hijos, nietos.....
En cuanto a la familia no podemos atrevernos a juzgarlos, pienso que sería muy osado por nuestra parte.
Sobre las iniciativas que se plantean para una posible ayuda, yo, si algo fructifica y se lleva a cabo alguna acción, pondría mi granito de arena. Salud.. os. Basilio
Me pasó lo mismo con un primo mío de Turón, algo más jóven que yo y que nunca quiso estudiar y mucho menos trabajar, mi madre siempre estaba buscándole trabajinos de camarero y otras cosas, pero él llegó a decirle que lo dejara en paz con lo del trabajo, y yo me había prometido que nunca le iba a hechar una mano, que los vagos no merecen que nadie se esfuerce en ayudarles cuando lo necesiten, ya que ellos nunca hicieron nada por merecerlo. Pues bien, llegó el momento, el alcohol, y la enfermedad, hicieron que con 40 años se convirtiese en una carga imposible de llevar para su madre y su tío, y esa carga, al final, a pesar de todas mis promesas recayó en gran parte sobre mí, y le ayudé en todo lo que pude, hasta que el deterioro fué tal que había que subir a Repipe a acostarle en la cama porque él no podía, y así se murió my pronto. Por eso digo que ahora cuando veo a Otto en su situación actual, de verdad que siento pena, por lo que está pasando, y por que en su tiempo no tomase otras decisiones, que le podían haber llevado a una vida más normal, una esposa, unos hijos, nietos.....
En cuanto a la familia no podemos atrevernos a juzgarlos, pienso que sería muy osado por nuestra parte.
Sobre las iniciativas que se plantean para una posible ayuda, yo, si algo fructifica y se lleva a cabo alguna acción, pondría mi granito de arena. Salud.. os. Basilio