Desde El Molin
------------------HUBIERA SIDO TAN FÁCIL
Hubiera sido tan fácil
correr dos o tres leguas,
dejar el equipaje atrás
y ver que no queda ni sierra.
Pero no, allí sobrevive mi aldea,
mis robles y mis castaños
y los surcos de mi huerta.
Hubiera sido tan fácil,
traspasarse la barrera,
pensar que ya no queda nada
que todo ha muerto en ella.
Pero no, allí perdura la esencia,
el horno aunque apagado,
en la cocina la panera,
la cama donde nací
y la rueca de la abuela.
¡Así que no esperes que me vaya,
mi alma está en la aldea!
Podrán talarte los árboles,
podrán abrir carreteras
para que se escape el pueblo,
o para dar facilidades
si nacieran nuevas guerras.
Pero no, que yo te quiero así,
con maizales y con huertos,
como yo te vi de niño,
como soñarte te quiero,
con siegas y con guadañas
y las fiestas con gaiteros.
Hubiera sido tan fácil
después de una vida entera
buscando las cosas nuevas,
olvidarse de que existes
allá en la alta sierra,
donde nacen los arroyos,
donde crecen rododendros
de mi niñez la memoria
y hasta el alma de mis muertos.
¡Cuando niño yo soñaba
más allá de mis praderas!
Con otros campos y otros lares
y otras regiones más bellas.
A las gentes de mi entorno,
a los niños de mi aldea
yo les quisiera cantar,
la canción del árbol seco,
o la gaviota triste
que está muriendo en el mar.
Hubiera sido tan fácil
no volver la vista atrás…
Manuel de Viegu
------------------HUBIERA SIDO TAN FÁCIL
Hubiera sido tan fácil
correr dos o tres leguas,
dejar el equipaje atrás
y ver que no queda ni sierra.
Pero no, allí sobrevive mi aldea,
mis robles y mis castaños
y los surcos de mi huerta.
Hubiera sido tan fácil,
traspasarse la barrera,
pensar que ya no queda nada
que todo ha muerto en ella.
Pero no, allí perdura la esencia,
el horno aunque apagado,
en la cocina la panera,
la cama donde nací
y la rueca de la abuela.
¡Así que no esperes que me vaya,
mi alma está en la aldea!
Podrán talarte los árboles,
podrán abrir carreteras
para que se escape el pueblo,
o para dar facilidades
si nacieran nuevas guerras.
Pero no, que yo te quiero así,
con maizales y con huertos,
como yo te vi de niño,
como soñarte te quiero,
con siegas y con guadañas
y las fiestas con gaiteros.
Hubiera sido tan fácil
después de una vida entera
buscando las cosas nuevas,
olvidarse de que existes
allá en la alta sierra,
donde nacen los arroyos,
donde crecen rododendros
de mi niñez la memoria
y hasta el alma de mis muertos.
¡Cuando niño yo soñaba
más allá de mis praderas!
Con otros campos y otros lares
y otras regiones más bellas.
A las gentes de mi entorno,
a los niños de mi aldea
yo les quisiera cantar,
la canción del árbol seco,
o la gaviota triste
que está muriendo en el mar.
Hubiera sido tan fácil
no volver la vista atrás…
Manuel de Viegu
