
Sobresalen por su relevancia la
casas de Uría, Sebastián y la
Fuente, deshabitadas en la actualidad. Los vecinos de
villardecendias en el año de 1929 tuvieron un juicio con los herederos del
palacio de
tormaleo para liberarse de las rentas que injustamente pagaban, heredadas de la inquisición, que duro 11 años y ganaron los vecinos. De ahí el apodo (abogaos) y el dicho (en el
pueblo del villar hay 18 vecinos y 19 abogaos)