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Desde la proximidad del restaurante El Mirador
El faro de Barbaria, en Formentera, sirvió a Julio Verne de inspiración para su novela El faro del fin del mundo. Le pareció un lugar ideal para el despegue de aeronvaes. El faro mide 23 m y se asoma a un acantilado de 142 m. Se inauguró en 1861. Es uno de los lugares más visitados de Formentera.
Flores que nos dan idea de belleza y sensibilidad.
La vista se alarga más allá del horizonte.
BbELLEZAS DEL MAR Y LA PLAYA
El Pilar y La, Mole.
“No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad
Gabriel García Márquez
Acercarse a La Mola y admirar sus bellos y peligrosos acantilados siempre es gratificante para los sentidos, mucho más en invierno que la soledad del lugar da tranquilidad y tiempo para meditar en la grandeza de la Naturaleza.
Las vistas son preciosas y todos los que viajan a Formentera se acercan a ver este lugar.
Viejo molino, elemento decorativo del paisaje isleño una vez perdidas las funciones para las que fue construido.
El Mirador es el mejor lugar para ver la isla casi en su totalidad.
Lagartija endémica de la isla, fácil de ver junto al faro de La Mola.
desde el lugar conocido como El Mirador, allí hay un restaurante con ese nombre, se observa una perspectiva estupenda de una buena parte de la isla de Formentera.
Monumento a Julio Verne junto al faro de La Mola. Aunque no se explica la relación con este faro o la isla, supongo que alguna tendrá el italiano con el entorno, aunque solamente sea con el mar.
Espectáculo sobrecogedor el de estos acantilados contemplados desde las proximidades del faro de La Mola.
El faro de La Mola, como otros muchos de nuestra costa, está automatizado por lo que las instalaciones anexas permanecen deshabitadas dando la sensación de estar abandonadas a su suerte. Antiguamente vivía en el lugar el farero con su familia que se ocupaban de tener toda la zona en perfecto estado de revista.
¿A qué ayuntamiento pertenece?