-25% solo aquí



Feria espectacular donde puedes comer pescadito a la brasa y otros alimentos típicos del lugar.
Ibicenco ilustre, nacido en este pueblo de San Rafael de la Cruz el 19 de octubre de 1925; fue sacerdote (ordenado en 1949), Canónigo-archivero e Historiador (investigó sobre la historia de Ibiza y Formentera). Asistió a la escuela en su pueblo natal, para posteriormente hacerlo en Ibiza, en Palman de Mallorca y Valencia (donde se especializó en lengua latina) y la UP de Salamanca (donde estudió teología y lengua griega) donde permaneció varios años. Hombre polifacético, fue sacerdote en San Carlos ... (ver texto completo)
La ostentosidad y la riqueza en retablos, imágenes, escudos nobiliarios y otros elementos que embellecen muchas de las iglesias españolas, no se dan en estos tempos de Ibiza; la sencillez y modestia de los mismos es su característica, lo cual no les quita encanto y atractivo.
La cala aparece como sucia por la cantidad de algas que han ido depositando los temporales que durante el invierno sacuden la isla; sin embargo, llegada la temporada estival aparece inmaculada, lo que concita la afluencia de bañistas.
El silencio, solamente roto por el batir de las olas en playa, predomina en invierno en las calas solitarias por toda la isla ibicenca.
Las aguas revueltas del Mediterráneo lame la base del chiringuito desierto en invierno, por lo que la playita tan visitada en época estival prácticamente ha desaparecido.
No es igual ir a calas como esta en verano que en invierno. En verano, sobre todo si es festivo, rebosarían de gente y extender un toalla en la arena sería prácticamente imposible. Por contra, ahora la soledad es la nota característica, casi nadie se acerca al lugar, ni tan siquiera quienes tienen viviendas en las cercanías o los de los chiringuitos o restaurante próximos. La arena suele aparecer con algas y otros restos de arbustos y árboles que llevan los temporales, lo que las hace menos atractivas.
Pintadas de grafiteros que son verdadero arte y embellecen, como en el caso de la fotografía, espacios feos y frios.
El mercado de las Dalias, aún en invierno, sigue atrayendo a numerosos turistas.
Piscina cuidada a la espera de bañistas.
La tranquilidad del momento de la fotografía. se transforma en afluencia masiva en los meses de julio y agosto.
Zona con preciosas vistas de mar y acantilados.
Lugar al que acuden las gentes para ver los acantilados y esperar alguna puesta de sol espectacular.
"El talento se educa en la calma y el carácter en la tempestad”.
Johann Wolfgang Goethe
Toda la playa para uno, lástima que sea invierno. Dentro de dos meses, imposible poner una toalla.