Punta Galera

El arte Callejero que algunos practican transforma feas tachadas en algo digno de admirar.

Bonito y tranquilo lugar antes de que las los descontrolados y alocados turistas de borrachera llegarán al lugar.

Desde este lugar se ocupan poco de la diversión salvaje existente durante el verano. Tampoco son especialmente sensibles con quites acuden a ganarse la vida con su trabajo y no encuentran lugares dignos y asequibles a su condición humana.

En determinadas épocas del año, las calles de esta población se convierten, con el consentimiento de las autoridades y la promoción de los que se llevan la grasa del turismo, en una auténtica selva. La suciedad, las boces, el alcohol en la calle sin control, acaba derivando en peleas entre grupos de gente muy jóven que suelen acabar con heridos e incluso muertos.

Antes fue la sede del Ayuntamiento, pero con el tiempo se quedó chico y hubo que buscar un nuevo lugar donde ubicar los servicios administrtivos municipales y la propia Corporación Municipal, por lo tanto, se hizo necesario construir un nuevo inmueble que sirviera de Ayuntamiento; así se hizo, y ahora ese edificio se encuentra en el propio paseo marítimo frente al puerto.

Piscina cuidada a la espera de bañistas.

Zona con preciosas vistas de mar y acantilados.

Lugar al que acuden las gentes para ver los acantilados y esperar alguna puesta de sol espectacular.

Toda la playa para uno, lástima que sea invierno. Dentro de dos meses, imposible poner una toalla.

Lugar de turismo masivo al que, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), lleva a multitud de mayores a pasar unos días por un precio aceptable en temporada baja, aunque es un lugar que, salvo para los guiris, no hay mucho que hacer y más bien poco que ver.

El ocio en la playa es distinto al de la montaña.

Acantilados con vistas preciosas a los que es fácil llegar a través de pistas de tierra, bien en automóvil o caminando por veredas que bordean el precipicio.

Lagartijas endémicas de estas islas a las que es fácil encontrar cuando caminas por los caminos de los acantilados.

No es precisamente uno de los lugares que más me han gustado de la isla. No es una ciudad agradable y tranquila, está concebida para la diversión y para la gente joven, generalmente extranjeros. Sin embargo, en sus proximidades hay playas que nadie debe perderse.

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