Diría que la isla de Mallorca es un cúmulo se sorpresas, de bondades naturales, de gente buena, viví en la isla, me casé en la Catedral de Palma, allí nació mi hijo Martín, allí volvió él y allí contrajo enlace con Natalia, su novia argentina. Allí están guardados los mejores momentos de mi vida, agradezco a la vida haberla conocido disfrutado y ser parte de ella y su historia, por qué no?.Todo es maravilloso, Soller, Valldemossa, Puerto Pollensa y ese Mediterráneo cargado de historias y correrías. Un abrazo desde Argentina a todos los mallorquines entre los que está mi hijo y aunque sea desde tan lejos sigo disfrutando de sus sobrasadas, del pan'amboli, y del frito mallorqui.Un abrazo Mallorca y hasta octubre si Dios quiere.