Situación:
39"32",05" N
3" 19'37.61 E
Los hallazgos submarinos de materiales en Porto Cristo señalan un ámbito bastante frecuentado por los romanos. Los restos de las basílicas de sa Carrotja y Son Peretó indican comunidades cristianas consolidadas.
El nombre de Porto Cristo viene del desembarco del Cristo en una campaña y de una imagen de la Virgen con el niño en los brazos, hacia el año 1260, como promesa por haber llegado a buen puerto tras una tormenta en el mar. En su extremo se levanta un faro construido en 1851. El desnivel (llamado Punta d'Es Pelats) cierra parcialmente el muelle de Porto Cristo y un brazo de mar se adentra unos cuatrocientos metros hacia el oeste y tuerce después, en un ángulo recto, en dirección norte prolongándose unos trescientos metros más. Esta zona difícilmente navegable, constituye el último vestigio primitivo del puerto, que ha ido cegándose con el tiempo a causa de las tierras del aluvión, convertidas hoy en vados y en pequeñas huertas, al final de la depresión, que alcanza unos dos kilómetros, a la altura de las Cuevas del Hams, se encontraba el muelle durante la dominación romana. El 20 de abril de 1888 Jordi de San Simón, Marqués de Reguer, firmó un plano del caserío que proyectaba edificar en los terrenos.
3" 19'37.61 E
Los hallazgos submarinos de materiales en Porto Cristo señalan un ámbito bastante frecuentado por los romanos. Los restos de las basílicas de sa Carrotja y Son Peretó indican comunidades cristianas consolidadas.
El nombre de Porto Cristo viene del desembarco del Cristo en una campaña y de una imagen de la Virgen con el niño en los brazos, hacia el año 1260, como promesa por haber llegado a buen puerto tras una tormenta en el mar. En su extremo se levanta un faro construido en 1851. El desnivel (llamado Punta d'Es Pelats) cierra parcialmente el muelle de Porto Cristo y un brazo de mar se adentra unos cuatrocientos metros hacia el oeste y tuerce después, en un ángulo recto, en dirección norte prolongándose unos trescientos metros más. Esta zona difícilmente navegable, constituye el último vestigio primitivo del puerto, que ha ido cegándose con el tiempo a causa de las tierras del aluvión, convertidas hoy en vados y en pequeñas huertas, al final de la depresión, que alcanza unos dos kilómetros, a la altura de las Cuevas del Hams, se encontraba el muelle durante la dominación romana. El 20 de abril de 1888 Jordi de San Simón, Marqués de Reguer, firmó un plano del caserío que proyectaba edificar en los terrenos.