D. Miguel de Unamuno visitó
Artenara en 1910.
En su obra permanece la descripción del hombre y del
paisaje de las Cumbres de
Gran Canaria: "Que sueño el de la vida sobre aquel abismo pétreo".
Miguel de Unamuno inmortalizó la expresión de “Tempestad petrificada” para describir el macizo central de la cumbre Gran Canaria, una formación geológica de
rocas volcánicas de proporciones gigantescas.