Recibe este nombre por las princesas que se bañaban en el
pueblo.
Hay charco llamado de las mujeres. Hay tambien un charco llamado de las princesas.El nombre de
Bañaderos es uno de los primeros topónimos que se citan en las denominadas Crónicas de la Conquista de
Gran Canaria (1478-1483). Su nombre primigenio, “Los Vañaderos”, deriva de la utilización que hacían los habitantes prehispánicos de la isla, sobre todo las mujeres adscritas al estamento noble, como lugar para el baño.
En los primeros repartimientos, tras la Conquista, se establecen varios colonos que fundan el pueblo de Bañaderos, así antes de 1528 ya habían tierras cultivadas por los nuevos habitantes. Según el cronista Pedro Marcelino Quintana, en 1878, los lugareños terminaron la construcción de una
ermita bajo la advocación de
San Pedro Apóstol, que pasó a
parroquia en 1891. En su interior sobresale la imagen de San Pedro Apóstol, traída desde la Ciudad de
Arucas a esta ermita en 1878. Frente a la
Iglesia se hizo, a finales del siglo XIX, una
plaza caracterizada por su perímetro de mampostería con artísticos pilastrones, rematados por elegantes urnas, donde se pueden ver las iniciales de los nombres de sus donantes.
Las primeras
casas que se establecieron en Bañaderos lo hicieron en las proximidades de la Iglesia y de la actual
calle San Pedro. Aquí se encuentran las principales construcciones del lugar como lo demuestra la llamada
Casa Rosales realizada en 1898, además de las existentes en la Avenida Lairaga como la Casa Aguiar, la Casa de los Segura y la Casa de Juan Falcón, de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Todas estas edificaciones se distinguen por la excelente decoración en cantería, siguiendo la pauta marcada por el neoclasicismo.