El municipio de
Firgas, fue creado en 1835, desmembrándose del de
Arucas.
El nombre de Firgas, deriva del topónimo aborigen Afurgad, y entre otras interpretaciones significa “atalaya”, es el municipio más reducido de la isla, con apenas 16 1/2 Km2.
Afurgad es conocido por Bernáldez y luego en el siglo XIX por Berthelot y Chil; ese topónimo se transmitió desde muy pronto en una forma sonora bastante desviada: “Firgas”, en palabras del propio Doctor Wölfel. Esta última variante, tal como la conocemos en la actualidad, es recogida por el Archivo de Simancas (Registro del Sello) donde se le da el calificativo de “población de infieles" Torriani, Sosa,
Castillo, Ulloa, Berthelot, no faltando la variedad de Firgas.
Sin embargo la terminación del nombre podía estar relacionada con “
muralla”,“fuerte”, “cerca” u otros similares.
En el mundo prehispánico, Afurgad nos queda como localidad del Guanartemato de Agáldar, situada en la zona que recibía el nombre de “Bosque o Selva de Doramas”.
Otro topónimo, derivado de antropónimo, es el de Doramas, ya citado.
Doramas forma parte de la
historia particular de estos pagos y el campamento de Afurgad no le sería extraño, por su localización de atalaya sobre la costa de Lairaga. Queda como testimonio el Barranco, la
Fuente y la
Montaña de Doramas ubicada en el margen derecho del Barranco de Guadalupe-Azuaje.
Dos nombres que esperan la restitución histórica del Municipio de Firgas, dos hitos de sus raíces históricas más antiguas: Afurgad y Doramas.
Antigüedad del municipio
De nuestros aborígenes, nos quedan algunos vestigios muy dispersos: Silos donde guardar los granos en Wasco López y Los Lomitos; tumbas funerarias, en la Guancha muy próximo a Casablanca;
Cuevas-habitáculos en el
Barrio de Doramas.
Breve historia del municipio
El territorio de Firgas llega a las
puertas de la Conquista como lugar cubierto de vegetación, o lo que es igual, manantiales de
agua y ricas tierras, en una privilegiada zona de las medianías del norte de
Gran Canaria.
A los anónimos pobladores de Afurgad, suceden los colonizadores que realizan en la zona importantes inversiones para poner en funcionamiento el aparato de la economía en la que Firgas fue uno de los puntos álgidos de la Isla. De estos colonizadores destaca por su importancia Tomás Rodríguez de Palenzuela, que obtiene tierras en Firgas. Había nacido en
Burgos, al igual que sus tres fallecidos hermanos: Bernardino, Gaspar y Lorenzo. Quien tendrá importancia en la historia firguense, será el referido Tomás.
Se casó con Inés de la Peña, matrimonio del que nacieron seis hijos: María de Ortega de Palenzuela, que se casó con Juan de Aríñez, Melchor, Hernando, Inés de la Peña, Úrsula de Palenzuela y Gaspar. Gaspar es bautizado en Las Palmas en 1483 y se
casa con Beatriz de Mirabal y Bachicao; su hijo Hernando de Bachicao, nacerá en Firgas y se casará con Constanza Suárez de Figueroa, cuyos descendientes seguirán en Firgas.
El Gobernador
Torres, da tierras a Tomás Rodríguez de Palenzuela en la zona de Firgas, y comienza la explotación agrícola e industrial de esta zona con la construcción de un ingenio de azúcar en el lugar donde fundará la
ermita de Firgas, dedicada a
San Juan de Ortega, en torno a la misma surgiría la actual población.