Casa de Colón.
La Casa de Colón es toda una institución cultural situada en el
barrio histórico de Vegueta.
Este
palacio fue la residencia de los primeros gobernadores de la isla y se dice que Cristóbal Colón se quedó allí en 1492, durante su primer viaje a las Américas, mientras que uno de sus
barcos fue reparado, de ahí el nombre de Casa de Colón.
El
edificio fue reconstruido en 1777 y desde 1952 ha albergado un
museo que comprende 13 salas de
exposición permanente, una
biblioteca y un centro de estudio, así como varios espacios reservados para actividades temporales, tales como conferencias, seminarios y
exposiciones.
Este centro público es uno de los más emblemáticos de la ciudad. Su ámbito se centra en el estudio, investigación y difusión de la
historia de
Canarias y de sus relaciones con América.
El museo es un lugar perfecto para conocer no solo los viajes de Colón, también el papel que la isla jugo en todos los viajes de los descubridores.
Las Palmas de Gran Canaria se ubica al nordeste de Gran Canaria, de la que es su capital. Una ciudad moderna, cosmopolita, con un clima suave y delicioso.
Por su población, con 378.675 habitantes (año 2021), es la novena ciudad española y la más poblada de Canarias.
En la actualidad comparte la capitalidad de la Comunidad Autónoma de Canarias con
Santa Cruz de
Tenerife.
El 24 de junio de 1478, un
ejército al mando del capitán Juan Rejón enviado por la Corona de Castilla, instala un campamento
militar junto a la desembocadura del barranco del Guiniguada. Ese fue el germen de la que, poco más tarde, se convirtió en la primera ciudad fundada por la Corona de Castilla en el Atlántico. Este hecho sucedía unos años antes del viaje de Cristóbal Colón al continente americano. Las Palmas de Gran Canaria sirvió como ejemplo para levantar centenares de ciudades en América, desde la Patagonia a
Estados Unidos.
El siglo XX, a partir de la segunda mitad, convirtió a la ciudad en la cuna de la industria turística de las Islas Canarias.
Hoteles y apartamentos reforzaron la infraestructura urbana heredada del siglo anterior con
balnearios y apartamentos de ocupación estacional. El turismo extranjero empezó a llegar y la sociedad dio un vuelco. La actividad del
Puerto de la Luz, convertido en una base portuaria prioritaria a nivel internacional, provocó nuevas transformaciones hasta convertir a la ciudad en el centro económico y comercial del archipiélago. Una ciudad que no ha parado de crecer en población, modernización y en influencia social.