El Roque Nublo tiene la singularidad de ser uno de los mayores roques del mundo, por su gran altitud. Preside una de las mayores Calderas de la isla, la de Tejeda, y se levanta 80 m sobre su base y 1813 m sobre el nivel del mar. Realmente es el resto de una colada piroclástica de bloques y cenizas soldadas originada por la erupción explosiva del estratovolcán, cuya altura pudo alcanzar, según cuentan los especialistas, hasta los 3.000 metros. Hoy día está muy desarmado, y la erosión forzosa provocada por el paso de millones de años ha dejado un monolito tan singular y carismático como éste, y como también el resto de los roques que se encuentran a su alrededor: El Fraile, monolito de piedra cuya silueta recuerda un fraile con sus hábitos y las manos en posición de oración y El Roque La Rana, cuya morfología recuerda a el común anfibio. El Roque Nublo ofrece una visión de 360º, tan amplia que pocas montañas en Gran Canaria podrán ofrecerle un espectáculo de tal grandiosidad, y en los días claros, se divisa perfectamente la imagen del vecino Teide.