El que tenga vértigos o se maree lo lleva muy mal en estas zonas de cumbre, las carreteras son estrechas, a veces entra un coche y medio hay que ir con mucha prudencia y apartarse en las zonas habilitadas cuando se tiene que cruzan dos coches, y luego también tienen muchas curvas, algunas muy cerradas y otras que son de 180 grados para poder subir o bajar a determinadas zonas, solo se requiere mucha paciencia y tranquilidad conduciendo por estas carreteras pero merece la pena cuando llegas arriba y disfrutas de las vistas.